Probablemente hayas oído el término «gaslighting». Es cuando alguien intenta confundir a otra persona haciéndole dudar y cuestionar la realidad.

¡Resulta que ya no es sólo para las relaciones tóxicas! La industria de los combustibles fósiles nos ha informado oficialmente sobre la realidad del gas «natural».

El gas natural no tiene nada de «natural». En realidad es metano, un venenoso, tóxico combustible fósil que pone a nuestras comunidades, el climay niños en peligro. En procede principalmente de la fracturación hidráulica – un proceso destructivo para el medio ambiente en el que la industria de los combustibles fósiles introduce a la fuerza agua y productos químicos en la tierra para extraer petróleo y gas, contaminando el agua y contribuyendo a los terremotos en el proceso.

Pero las empresas y los ejecutivos bien pagados que se benefician del gas metano han negado esta realidad durante años, diciéndonos que es seguro, asequible y tan limpio. No te dejes engañar: todo es un truco de marketing utilizado para disfrazar el hecho de que el gas metano es explosivo, insalubre y contribuyendo a la crisis climática.

Y encima, nos está haciendo un agujero en el bolsillo. El gas metano tiene triplicó su coste en el último añoencareciendo todo más carodesde calentar nuestras casas hasta cocinar. Tampoco afecta sólo a los que tenemos aparatos de gas en casa – los precios de la electricidad suben de forma generalizada porque los servicios públicos siguen dependiendo demasiado de una materia prima volátil como el gas.

Estamos pagando más por un producto que contamina activamente el aire de nuestros hogares. Los estudios han demostrado que las estufas de gas emiten gas metano incluso cuando están apagadas, liberando sustancias químicas relacionadas con el cáncer, enfermedades cardiovascularesy asma infantil. Somehow gas executives always forget to mention that.

El metano es también un gran impulsor del clima extremo que estamos viendo estos días – es un gas de efecto invernadero más de 80 veces más potente que el dióxido de carbono y responsable de al menos el 30 del calentamiento global hasta la fecha. Y se escapa constantemente de las perforaciones de fracturación hidráulica, las tuberías, las instalaciones de almacenamiento y los electrodomésticos de nuestros hogares. Si sumamos todo eso, resulta que el gas metano es peor para el clima que el carbón.

Ha llegado el momento de poner fin al gaslighting y a la desinformación de la industria del gas. El gas metano no es bueno ni para nuestro bolsillo, ni para nuestra salud, ni para el clima.